LA MUERTE DE UN NADIE EN 1919
© Ignacio Latorre Zacarés
Eduardo Galeano versificó: "Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos... Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata."
En el registro civil de defunciones de Venta del Moro localizamos un acta de deceso con la anotación de: "Un desconocido". Era un 10 de octubre de 1919, en una dramática anotación del secretario, Victorio Latorre Cárcel, bajo la dirección del juez municipal, Jesús López Pedrón, y en audiencia pública.
Se había hallado un cadáver de un desconocido en el Corral de la Herrá, cercano a Gil Marzo y Jaraguas. Se procedió por orden de la superioridad a inscribirlo en el registro civil de Venta del Moro. Los oficiales del juzgado de Venta del Moro se afanaron en proporcionarnos una minuciosa y penosa descripción del finado, que era un vagabundo.
"Un hombre que aparentaba tener unos cuarenta años de edad, siendo al parecer el de un ser lleno de sufrimientos, enjutos de carnes, barba negra poblada y mal cuidada, bigote recortado y cara expresiva y simpática de color moreno, de una estatura regular, el cual iba muy pobremente vestido, reduciéndose todo a un chaleco de pana, un pantalón de varias telas y por camisa cuatro tiras de tela y como complemento de todo una gorra mugrienta y un trozo de manta para apenas cubrirse su cuerpo a mitad, cuya defunción ocurrió en la Herrá en un corral de ganado propiedad de Alberto Pérez de la partida de Jaraguas.. el día diez a las veintidós horas del mismo a consecuencia de neumonía".
Por el acta, se intuye la extrema pobreza del finado que incluso sorprendió o abatió a los redactores de la inscripción. El deceso fue inscrito tres días después, un 13 de octubre de 1919. Aducen como causa de la muerte "neumonía", en tiempos en que la gripe estaba haciendo estragos.
El tío Emilio Monteagudo de Jaraguas, aunque nació medio año después del suceso, enseguida vinculó el Corral de la Herrá con la muerte del vagabundo, pues fue un hecho conocido y hablado en Jaraguas.
Fue la muerte de un "nadie" apuntado como "un desconocido".
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