El habla castellano-manchega
Autor: Victor Latorre Zacarés
Acabábamos el primer artículo de "A cepa perdía" diciendo que, curiosamente, una frase como "Agora rempujas o te escalabro con un gasón en todo el celebro que pierdes la chaveta" está compuesta íntegramente por términos aceptados en el diccionario.Pero, cuando pronunciamos la frase anterior, ¿estamos hablando en venturreño? ¿Existe el venturreño? ¿Es el venturreño una manera especial y distinta de hablar?
En general, podemos decir que la manera que los venturreños tenemos de hablar está incluida en el habla castellano-manchega. Así pues, no encontraremos apenas diferencias ni en la entonación ni en las palabras que se usan entre un conquense, un albaceteño o uno de la Venta del Moro.
Como la comarca, tras su reconquista a los musulmanes, fue adjudicada al señorío de Cuenca, la mayoría de sus repobladores cristianos provinieron de esa ciudad. También acudieron gentes de Soria y La Rioja. Por ello, el habla de la comarca de Requena-Utiel es muy similar a la castellano-manchega.
Sin embargo, tres hechos han influido en el desarrollo lingüístico de la zona. El primero, que estas tierras han sido tierras de frontera, es decir, disputadas por unos y por otros (aragoneses, especialmente). El segundo, que esta zona ha constituido un importantísimo centro de comunicaciones que permitía intercambios comerciales entre Levante y el interior. Y, la última, que en 1.851 se produjo la incorporación de la comarca a la provincia de Valencia.
Podemos concluir, pues, que sí, que hablamos como los castellano-manchegos pero que, producto de nuestra historia, tenemos algo especial: palabras procedentes del dialecto histórico aragonés (o habla baturra), coincidencias del dialecto murciano (o panocho) e interferencias léxicas del valenciano, que han dado como resultado un léxico peculiar. Por tanto, si bien no tenemos una lengua propia, ni nuestras diferencias con el castellano son suficientemente importantes como para calificarlo de dialecto, sí puede afirmarse que en Venta del Moro, como en el resto de la comarca, poseemos un habla con características propias.
Antonio Briz en su estudio sobre el habla de la comarca de Requena-Utiel cita algunos ejemplos de palabras que son habituales en las conversaciones entre venturreños y que provienen de Valencia, Murcia o Aragón. Se observará que la mayoría de los aragonesismos y murcianismos están aceptados en el Diccionario de la Real Academia, porque vienen de dialectos del propio castellano. En el caso de las palabras tomadas del valenciano, puede hablarse de interferencias lingüísticas. Es decir, son términos tomados de una lengua y adaptados fonéticamente a otra, pero que no están aceptados porque ya existen palabras en esta última lengua para denominar esos objetos o acciones (ej.: "entrepán" por "bocadillo" o "clóchinas" por "mejillones").
A continuación, incluimos algunas palabras curiosas y habituales entre nosotros. Las que van precedidas de un asterisco no están incluidas en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y entre paréntesis, anotamos algunas divergencias.
- Aragonesismos: arramblar, bajoca (en el DRAE se indica que proviene del catalán), corcarse, leñazo, majo, mazo, melguizo (en el DRAE del andaluz), * peñazo (el DRAE admite la voz "peñascazo" con el significado de "golpe con una piedra que se tira" en Andalucía), repelar.
- Murcianismos: blincar, cacera, calorina, correntía (en el DRAE de Aragón), *escachuflao (el DRAE admite los términos "escachar"= cascar, aplastar, despachurrar y "escachascar").
- Valencianismos: cagueta (el DRAE admite esta palabra con el significado de "persona pusilánime, cobarde" y no con el sentido de "diarrea" con que lo usamos nosotros), * clóchina, * contorná, * entrepán, escampar, * espolsar, * mamprender, * marcona, novensanos, * torrate o * tramusos.
Asociación Cultural Amigos de Venta del
Moro
Lebrillo 2